viernes, 15 de junio de 2007

Para recapacitar un poco...

Navegando por la red y leyendo algunas que otras cosas... me he cruzado con un texto que, en cierto modo, me ha causado cierta atracción y me ha hecho pensar un poco más sobre el hecho de no juzgar a nadie antes de tiempo... Aquí os lo expongo textual, con algunas modificaciones personales, pero guardando como siempre, la esencia del mensaje:

Un niño pequeño entró en una heladería un día de domingo. Se sentó en una de las mesas y preguntó a la tendera: -"¿Cuánto cuesta un helado grande?"-, -"cinco euros"- respondió la tendera.

El niño examinó un número de monedas que llevaba en su pequeña mano y volvió a preguntar: -"¿Y cuánto cuesta un helado pequeño?"-. La tendera ya estaba un poco impaciente -"¡tres euros y medio!"- respondió ella bruscamente.

El niño volvió a contar las monedas, -"Quiero un helado pequeño"- dijo el niño.

El niño terminó su helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la tendera se dirigió a limpiar la mesa, entonces vió, allí puesto, ordenadamente junto al plato vacío un euro y medio... su propina.

Por esta razón, y como ya os he adelantado, nunca jamás hay que juzgar a alguien antes de tiempo, ya que no sabemos cuanto nos puede sorprender esa persona.

No juzgues a destiempo y no serás juzgado injustamente.

1 comentario:

  1. pues yo me hubiera comprado dos de cinco euros...
    ;)
    desde luego...
    MARIBEL ENANA

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