Navegando por la red y leyendo algunas que otras cosas... me he cruzado con un texto que, en cierto modo, me ha causado cierta atracción y me ha hecho pensar un poco más sobre el hecho de no juzgar a nadie antes de tiempo... Aquí os lo expongo textual, con algunas modificaciones personales, pero guardando como siempre, la esencia del mensaje:
Un niño pequeño entró en una heladería un día de domingo. Se sentó en una de las mesas y preguntó a la tendera: -"¿Cuánto cuesta un helado grande?"-, -"cinco euros"- respondió la tendera.
El niño examinó un número de monedas que llevaba en su pequeña mano y volvió a preguntar: -"¿Y cuánto cuesta un helado pequeño?"-. La tendera ya estaba un poco impaciente -"¡tres euros y medio!"- respondió ella bruscamente.
El niño volvió a contar las monedas, -"Quiero un helado pequeño"- dijo el niño.
El niño terminó su helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la tendera se dirigió a limpiar la mesa, entonces vió, allí puesto, ordenadamente junto al plato vacío un euro y medio... su propina.
Por esta razón, y como ya os he adelantado, nunca jamás hay que juzgar a alguien antes de tiempo, ya que no sabemos cuanto nos puede sorprender esa persona.
No juzgues a destiempo y no serás juzgado injustamente.
Un niño pequeño entró en una heladería un día de domingo. Se sentó en una de las mesas y preguntó a la tendera: -"¿Cuánto cuesta un helado grande?"-, -"cinco euros"- respondió la tendera.
El niño examinó un número de monedas que llevaba en su pequeña mano y volvió a preguntar: -"¿Y cuánto cuesta un helado pequeño?"-. La tendera ya estaba un poco impaciente -"¡tres euros y medio!"- respondió ella bruscamente.
El niño volvió a contar las monedas, -"Quiero un helado pequeño"- dijo el niño.
El niño terminó su helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la tendera se dirigió a limpiar la mesa, entonces vió, allí puesto, ordenadamente junto al plato vacío un euro y medio... su propina.
Por esta razón, y como ya os he adelantado, nunca jamás hay que juzgar a alguien antes de tiempo, ya que no sabemos cuanto nos puede sorprender esa persona.
No juzgues a destiempo y no serás juzgado injustamente.
pues yo me hubiera comprado dos de cinco euros...
ResponderEliminar;)
desde luego...
MARIBEL ENANA